En respuesta a las afirmaciones hechas en las recientes declaraciones de líderes europeos y ministros de finanzas del Grupo de los Siete y de algunos funcionarios estadounidenses y europeos con respecto a la República Islámica de Irán y los recientes acontecimientos en la región de Asia occidental, Kanani describió tales posiciones y reclamos en línea con el conocido enfoque de estos círculos basado en estándares y comportamientos duales y contradictorios y lo consideró rechazado y condenado.
“Es lamentable que los reclamantes y heraldos de los derechos y normas internacionales adoptaran una posición pasiva y alentadora hacia el régimen agresor en respuesta al reciente ataque a la sede diplomática de la República Islámica de Irán en Damasco por parte del régimen sionista, considerado una grave violación de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y de las convenciones internacionales. Además, condenaron la acción legítima y la respuesta proporcionada y disuasoria de la República Islámica de Irán contra la fuente de la agresión armada”, señaló.
Las autoridades de Europa y los países miembros del Grupo de los Siete saben muy bien que la raíz principal de la crisis y la inestabilidad en Asia occidental y, por supuesto, en una escala más amplia en el mundo, es la ocupación de Palestina y los crímenes de el régimen sionista en los territorios ocupados durante varias décadas y privar al oprimido pueblo palestino de sus derechos básicos y legítimos; No hay duda de que hacer la vista gorda ante los hechos obvios y las acusaciones infundadas de Estados Unidos y Europa no resolverá el problema de la seguridad regional e internacional, enfatizó Kanani.
Añadió que si Estados Unidos, la Unión Europea y los países miembros del Grupo de los Siete realmente buscan una estabilidad y una paz duraderas en Asia occidental y el Mar Rojo, en lugar de acusar a otros, deberían enfrentarse a las agresiones y asesinatos del régimen sionista.
Finalmente reafirmó que la República Islámica de Irán no dudarán en la defensa de la seguridad y los intereses nacionales y en una respuesta decisiva, arrepentida y disuasoria a los agresores y no se dejarán influenciar por el ruido político y propagandístico de los fundadores de las condiciones existentes en la región y en el mundo.
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