Maduro, en una reunión con el viceministro de Cultura y Asuntos Sociales del Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología, y el secretario general de la Asamblea Mundial de Ahlul Bayt (P), quienes han viajado a Venezuela, expresó su alegría por la visita de una delegación iraní a este país. Describió las relaciones entre Irán y Venezuela como fraternales, profundas y antiguas.
“Esta relación debe basarse en valores y principios”, enfatizó Maduro, para luego señalar que “vivimos en un mundo dominado por la fuerza”, recordando que “Hugo Chávez, el difunto presidente de Venezuela, consideraba el siglo XXI como el siglo de los pueblos, y nosotros somos parte del siglo XXI”.
El presidente de Venezuela señaló que “el siglo XXI nos pertenece, y nadie puede privarnos del derecho a la libertad, independencia y a vivir en paz, y al derecho de unir lo espiritual, la cultura y la religión”.
Asimismo, destacó la importancia de las relaciones entre las naciones y subrayó: “Nuestra amistad con Irán es genuina y estratégica, no política ni temporal”. También elogió al líder supremo de la Revolución durante sus reuniones, lo consideró una persona sabia y perspicaz, y afirmó: “El Ayatolá Jamenei tiene un análisis preciso y profundo del mundo y sus transformaciones, y siempre seguimos sus directrices”.
El presidente de Venezuela admitió que Irán ha tenido avances significativos en el ámbito militar, y agregó: “Irán también debe participar con determinación en las redes sociales”.
El secretario general de la Asamblea Mundial de Ahlul Bayt (P) en esta reunión explicó la posición de Irán en la producción de conocimiento científico a nivel mundial, y enfatizó que las capacidades de Irán en diferentes áreas derivan de su crecimiento y poder científico. El Ayatolá Reza Ramezani mencionó que Irán ha sido uno de los 10 países líderes en ciertos campos científicos y ocupa el puesto 16 en la clasificación científica mundial, y añadió: “Irán está dispuesto a compartir sus experiencias y logros científicos”.
También consideró las relaciones entre Irán y Venezuela como profundas y estratégicas, y subrayó: “Según los fundamentos de nuestra religión, la opresión y la aceptación de la opresión son condenables, y se enfatiza la dignidad y la justicia”.
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