En esta resolución, que se aprobó con 20 votos a favor, 2 votos en contra y 12 abstenciones, sin hacer referencia a la cooperación de Irán con la Agencia Internacional de Energía Atómica, se le pide a Teherán que tome "medidas necesarias y urgentes" para resolver las cuestiones alegadas de manera pacífica.
Esta resolución también insta a Irán a implementar sin demora una declaración conocida como el 4 de marzo sobre la resolución de todos los asuntos pendientes entre Irán y la Agencia "sin demora" y a restablecer la autorización de inspecciones de la Agencia que Irán ha revocado de acuerdo con sus derechos soberanos establecidos en el Artículo 9 del Acuerdo Integral de Salvaguardias.
El documento mencionado exige a Irán que proporcione explicaciones creíbles sobre "partículas de uranio de origen humano en dos lugares no declarados en Irán" y que informe a la Agencia sobre los lugares actuales de materiales nucleares y/o equipos contaminados.
Esto a pesar de que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica han visitado repetidamente las instalaciones nucleares de Irán y nunca han encontrado evidencia de que el programa nuclear pacífico del país se desvíe hacia fines militares. Irán ha continuado su cooperación con la Agencia en el marco del Acuerdo Integral de Salvaguardias y enfatiza que los problemas pendientes pueden resolverse de manera profesional y sin prejuicios por parte de la Agencia.
Sin embargo, la resolución apresurada y no constructiva del trío europeo alega que si Irán no coopera de manera "necesaria, completa y sin ambigüedades con la Agencia Internacional de Energía Atómica para resolver todos los asuntos pendientes de salvaguardias", se puede pedir al Director General de la Agencia que presente una "evaluación integral y actualizada sobre la posibilidad de presencia o uso de materiales nucleares no declarados en relación con los asuntos pasados y presentes pendientes, en relación con el programa nuclear de Irán, basada en la información disponible".
Antes de comenzar la votación, los países conocidos como el Grupo de Amigos, al emitir una declaración conjunta, consideraron un error la aprobación de la resolución contra Irán y advirtieron que tal acción tendría consecuencias adversas. Solicitaron a los países miembros del Consejo que resistieran a los intentos de politizar las cuestiones de salvaguardias y no votaran a favor de esta resolución.
Esta es la cuarta vez, después de la implementación del JCPOA y el cierre del expediente de alegaciones de salvaguardias sobre el programa nuclear pacífico de Irán, que los países occidentales presentan una resolución en contra de Irán con la manipulación del régimen sionista en su contra.
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