En esta ceremonia, los participantes arrojaron flores al mar para honrar a las 290 víctimas no militares y pasajeros del avión cerca de las aguas turquesas del Golfo Pérsico cerca de la isla Hengam.
Los participantes en esta ceremonia, gritando “Allahu Akbar”, “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”, condenaron nuevamente este crimen inhumano de Estados Unidos, cometido hace 36 años, y exigieron el castigo de los perpetradores a través de organizaciones internacionales.
El 3 de julio de 1988 recuerda uno de los acontecimientos y recuerdos más amargos de la Revolución Islámica y del pueblo iraní, así como una de las violaciones más atroces de los derechos humanos por parte del gobierno hegemónico de Estados Unidos.
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