En una entrevista con el periódico Al-Araby al-Jadeed, al-Qudumi desmintió la versión de The New York Times sobre la muerte de Haniya por una bomba y dijo: "A la 1:37 de la madrugada, el edificio tembló; inmediatamente salí de la habitación y vi un humo denso. Luego me di cuenta de que Abu al-Abd (Haniya) había sido martirizado".
Continuó diciendo: "Debido a la fuerza del temblor del edificio, pensé que había un terremoto o que era el sonido de un trueno; abrí la ventana, pero no había lluvia ni truenos. Hacía calor; subimos al cuarto piso, donde estaba la habitación del mártir. Vi que la pared y el techo de la habitación se habían derrumbado. La condición del lugar del ataque y el cuerpo del mártir Haniya indicaban que el ataque había sido llevado a cabo con un proyectil desde el aire o un misil. Sin embargo, no quiero entrar en más detalles, ya que nuestros hermanos en Irán están llevando a cabo investigaciones técnicas y especializadas y los resultados se anunciarán más adelante".
Al-Qudumi criticó las "versiones distorsionadas" de los periódicos estadounidenses e israelíes sobre la colocación de una bomba debajo de la cama del mártir Haniyeh y enfatizó: "La realidad sobre el terreno contrasta con las versiones de The New York Times y el portavoz del ejército israelí. El objetivo de estos relatos y declaraciones es desviar la responsabilidad directa de Israel para que las consecuencias de este crimen no recaigan sobre él".
El representante de HAMAS, al asegurar que "Israel fue el planificador y ejecutor de esta operación, llevada a cabo con el conocimiento y la aprobación de los estadounidenses", dijo: "El gobierno de Estados Unidos es cómplice de este crimen y, durante su viaje a Washington, permitió a Netanyahu llevar a cabo este crimen".
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