¿Qué dice el Gobierno Bolivariano de Maduro?
Tras el inicio de protestas en Caracas y varias otras grandes ciudades tras conocerse el resultado de las elecciones, el Gobierno de Maduro enfatizó que el liderazgo de los disturbios en Venezuela fue llevado a cabo por parte de los países occidentales, especialmente EEUU.
Y, al señalar que muchos de los alborotadores arrestados habían sido preparados en el estado estadounidense de Texas, Colombia y Perú para ejecutar golpe de estado, y que las agencias de inteligencia de ciertos países les pagaban dinero para incendiar y destruir lugares gubernamentales y públicos, dijo que estas acciones se llevaron a cabo para crear una “revolución de color” en el país sudamericano.
Situación de la oposición en Venezuela
En los últimos años ha habido varios disturbios en Venezuela contra el poder de Nicolás Maduro y su Gobierno socialista, sin embargo por razones como la falta de un liderazgo unificado, el conflicto entre los líderes de grupos y movimientos opositores, así como el exilio o encarcelamiento de destacadas figuras de la oposición, nunca ha surgido una fuerza opositora coherente y eficiente en el país sudamericano, y por esta misma razón, ninguna de las acciones de la oposición ha ido acompañada del resultado que deseaban, a saber el cambio de poder y estructura política en este estado latinoamericano.
¿Qué es lo que dicen los detractores?
Los detractores del Gobierno de Maduro afirman que en vísperas del 28 de julio, el gobierno, al cambiar los nombres de unas 6.000 escuelas, que son por lo general centros de votación, confundió a los votantes locales, muchos de los cuales son analfabetos.
Por otro lado, según los opositores, uno de los mayores obstáculos que el Gobierno de Maduro les creyó tenía que ver con los ciudadanos venezolanos residentes fuera del país que deseaban participar en el proceso de votación presidencial 2024. Más de 21 millones de votantes estaban registrados para votar, pero sólo 17 millones de ellos vivían en el país.
Entre otros casos que afirman las fuerzas opositoras de Maduro está el encarcelamiento o imponer severas restricciones a los líderes del movimiento liberal. Según ellos los principales candidatos de la oposición durante las campañas electorales o incluso en las anteriores elecciones presidenciales y parlamentarias de 2019 y 2020 fueron ampliamente descalificados y privados de participar en las elecciones.
La posición de países latinoamericanos alineados con occidente
A su vez, algunos países latinoamericanos, tradicionalmente alineados con occidente, tampoco aceptaron los resultados de las elecciones venezolanas y adoptaron posturas no amistosas hacia el Gobierno venezolano y el ganador de las elecciones presidenciales de este país.
Al respecto, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela convocó a los diplomáticos de Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica, Panamá y la República Dominicana, lanzando una advertencia seria sobre cualquier intromisión en la agitada situación de Caracas.
Plan de EEUU para Venezuela
En Venezuela, al igual que en muchos otros países, EEUU intentó mucho influir en el ejército y las fuerzas de seguridad para posteriormente cortejarlos a ejecutar un golpe de estado.
De igual modo, en los últimos años, el país norteamericano ha intentado mucho sobornar a algunos de los más altos rangos del ejército venezolano para usarlos como líderes de la oposición, sin embargo, todos estos planes y programas fracasaron.
El ejército de Venezuela no sólo ha demostrado su lealtad al Gobierno legítimamente elegido hasta ahora, sino que ha participado activamente en la represión de disturbios que, según los planes de EEUU, se suponía que serían el comienzo de un "levantamiento popular".
La posición de los países amigos de Venezuela
Tras el anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales ofrecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), una ola de mensajes de felicitación por parte de los países amigos, incluidos Rusia, China y algunos estados de la región como Nicaragua, Cuba, Honduras y Bolivia, le llegó a Maduro; Estos países también se posicionaron ante los disturbios desencadenados tras las elecciones.
Parece que la nueva ronda de tensiones sociales y políticas en Venezuela no desaparecerá rápidamente porque está fortalecida y apoyada por instituciones y organizaciones extranjeras y países regionales, y esta es la táctica favorita de Occidente para perturbar la situación en un país donde pretende cambiar las estructuras políticas establecidas en él.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó el 2 de agosto por segunda vez la victoria del Nicolás Maduro con el 51,95 por ciento de los votos frente al 43,18 por ciento obtenido por el opositor Edmundo González Urrutia.
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