Según el sitio web de noticias del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Ryder señaló que ocho soldados estadounidenses fueron tratados por conmociones cerebrales e inhalación de humo provocadas por la explosión tras este ataque con drones, y dijo: “De estos ocho soldados, tres han regresado a su lugar de servicio después de recuperarse, pero cinco soldados estadounidenses todavía están bajo supervisión médica”.
El portavoz del Pentágono, sin dar más detalles sobre el estado de estos soldados estadounidenses o la gravedad de los daños infligidos, subrayó: Actualmente, ninguno de los heridos en este ataque con drones corre peligro de muerte debido a sus heridas.
Fuentes de noticias informaron en la mañana del sábado que hubo varias explosiones en la base militar estadounidense en Kharab Al-Jir en la provincia de Al-Hasakah ubicada en el noreste de Siria.
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