Bahreini efectuó estas declaraciones en tres cartas dirigidas al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, al Relator Especial de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, y a la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese.
En estas cartas dijo que, desde el punto de vista de Irán, HAMAS es una organización libertaria que lucha por la libertad y la independencia de Palestina, y que el asesinato de los líderes de Hamás tiene como objetivo destruir el espíritu del pueblo palestino en su lucha por poner fin a la ocupación y lograr el derecho a la autodeterminación.
Subrayó que, con la eliminación de los dirigentes palestinos, el régimen de Israel pretende destruir la identidad política palestina y el derecho inherente del pueblo palestino a tener un Estado independiente.
Explicó que, según el artículo 2.1 del Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo, las instituciones del régimen sionista deben ser identificadas como terroristas. En consecuencia, las acciones del régimen israelí contra civiles y palestinos son un claro ejemplo de terrorismo, añadió.
Asimismo, refiriéndose a la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, que reconoce el derecho de los palestinos a la autodeterminación, calificó de ilegal cualquier acción que viole ese derecho.
También calificó el asesinato de Haniya como una grave violación del derecho internacional, y pidió su firme condena.
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