En un comunicado emitido este lunes por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se afirma que los asentamientos ilegales, la violencia de los colonos y la presencia de colonos son la causa principal de la mayoría de las violaciones de los derechos humanos en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental.
El comunicado señala que la construcción del nuevo asentamiento de Nehaletsel al oeste de Belén, anunciado recientemente, “pone en grave peligro el sustento, la seguridad y el movimiento de los palestinos que viven en cinco aldeas cercanas, al tiempo que representa una amenaza significativa para la contiguidad y la viabilidad de un Estado palestino”.
Según el derecho internacional, todos los asentamientos judíos en los territorios ocupados se consideran ilegales. El régimen de ocupación israelí ocupó Jerusalén en 1967 y procedió a construir extensos asentamientos judíos en la ciudad.
Desde la ocupación de Cisjordania y Jerusalén Oriental por el régimen israelí en 1967, se han construido más de 250 asentamientos judíos en estas áreas, donde viven alrededor de 700.000 personas.
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