Tras el impacto del misil, se escucharon fuertes explosiones en Tel Aviv. Fuentes israelíes admitieron que los sistemas de alerta y sirenas de alarma del régimen israelí no sonaron al momento del impacto del misil.
Al mismo tiempo, Hezbolá de Líbano anunció haber atacado la sede 2222 en el monte Hermón con varios misiles.
Los combatientes de Hezbolá también hicieron retroceder los aviones enemigos después de interceptarlos y disparar misiles tierra-aire.
Los combatientes de la resistencia islámica libanesa, en otra operación, atacaron con cohetes una concentración de soldados ocupantes en el asentamiento sionista de Zarit. Hezbolá también atacó con varios cohetes una concentración de fuerzas enemigas en el asentamiento de Shlomi.
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