La periodista indica que, después de aproximadamente dos meses de combate, Israel no logró tomar el control de las ciudades del sur del país ni neutralizar la capacidad de Hezbolá en lanzamiento de misiles hacia el norte de Israel y más allá.
Recalca que, Hezbolá ha conseguido ampliar sus ataques al interior del territorio israelí, interrumpiendo la vida cotidiana en las grandes ciudades, causando numerosas bajas. Al mismo tiempo, el ejército israelí se ha encontrado con aumento en las bajas en el sur del Líbano.
Además, Israel no ha podido crear las condiciones necesarias para el regreso seguro de los residentes desplazados al norte de los territorios ocupados. Este hecho probablemente ha jugado un papel crucial en la decisión de Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, de aceptar un alto el fuego con Hezbolá.
Por otro lado, el cansancio acumulado del ejército israelí y las repercusiones políticas y económicas derivadas de la movilización continua de fuerzas de reserva al frente también han influido en esta decisión.
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