El periódico británico The Guardian dijo que Araqchi anunció esto durante su discurso a los periodistas en la capital portuguesa, Lisboa, antes de la reunión de negociadores iraníes y europeos el viernes en Ginebra. Añadió que Araqchi describió esta reunión como una sesión de tormenta intelectual para ver si hay una salida al estancamiento o no. Agregó que Araqchi admitió que era pesimista sobre esta reunión y dijo que no estaba seguro de que Irán estuviera hablando con el lado correcto.
El jefe de la Diplomacia iraní dijo a los periodistas que si Occidente continúa amenazando con la reimposición de todas las sanciones de las Naciones Unidas, es probable que el debate nuclear dentro de Irán se dirija hacia la adquisición de armas.
Al mismo tiempo, Araqchi dijo que Irán ya tenía la capacidad y el conocimiento para fabricar armas nucleares, pero esto no forma parte de la estrategia de seguridad del país.
Después de la reciente resolución de la Junta de Gobernadores, Irán ha decidido poner en funcionamiento miles de nuevas y avanzadas centrifugadoras. Se ha comenzado a inyectar gas en estas máquinas. Este es el resultado de su presión, añadió.
Con la certeza de que Irán sigue dentro de los límites del Tratado de No Proliferación Nuclear y continúa buscando cooperación, Araqchi afirmó: “Actualmente no tenemos intención de enriquecer uranio por encima del 60%, y esta es nuestra decisión en este momento. Me gustaría enfatizar nuevamente que hemos elegido el camino de la cooperación para resolver este problema de manera honorable”.
En otra parte de sus declaraciones, destacó: “Irán no ha entregado misiles balísticos a Rusia. La cooperación militar entre Teherán y Moscú ha existido desde hace tiempo y es completamente legítima. Por supuesto, Irán ha apoyado y sigue apoyando la integridad territorial de Ucrania”.
“Hezbolá y otros no son nuestros grupos apoderados. Sólo los apoyamos como amigos, por lo que nunca les hemos dictado nada a ellos ni a ningún otro grupo de resistencia en la región. Toman sus propias decisiones e implementan sus propias decisiones”, afirmó.
El ministro de Relaciones Exteriores concluyó diciendo: “Un alto el fuego con HAMAS será un fracaso total para los israelíes. Fueron allí para destruir a HAMAS y ahora deben negociar con HAMAS, lo que significa que han fracasado en alcanzar sus objetivos. Por tanto, el alto el fuego en Gaza se ha convertido en una cuestión muy complicada”.
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