Hosein Akbari, embajador de la República Islámica de Irán en Siria, declaró, el domingo 8 de diciembre, en una entrevista televisiva que: “Anoche, el gobierno sirio celebró una reunión y decidió que no se llevara a cabo ninguna resistencia en la capital, sino que se entregara oficialmente todo el gobierno y las diferentes secciones, y esto fue comunicado al pueblo y, de hecho, a las fuerzas armadas a través de un comunicado del primer ministro.
Al señalar que el movimiento que comenzó después de la caída de Alepo era predecible, dijo: “Era por la tarde cuando las fuerzas armadas que entraron desde el norte; Mis colegas estuvieron en Damasco hasta las 11 de la noche y abandonaron la embajada, y algunos de ellos quizás salieron de la frontera siria en la madrugada.
El embajador de Irán en Siria precisó: “Casi ninguno de nuestros colegas de las diferentes instituciones de la República Islámica estaba presente allí y se habían tomado las medidas necesarias y las precauciones adecuadas; La embajada de Irán fue objeto de un ataque hoy y sufrió daños, lo cual es contrario a las leyes internacionales”.
Al afirmar que la culpa de Bashar al-Assad fue estar en el frente y en el Eje de resistencia, continuó: “En realidad, ahora no hay un solo movimiento en Siria; dentro de este movimiento hay múltiples corrientes que a veces son personas extremistas; Sin embargo, son diferentes de ISIS y no son como ISIS, ya que también lucharon contra ISIS en el pasado y tienen diferencias ideológicas y jurídicas con ellos”.
El embajador de Irán en Siria enfatizó: Cuando estas personas se establezcan y tomen control del país, naturalmente, como quienes son los propietarios de esta tierra, pueden representar una amenaza seria para los vecinos de Siria.
“La situación actual ha creado una compleja alineación entre las fuerzas del norte y del sur que puede convertirse en un campo de conflicto entre algunos países islámicos y árabes con Turquía”, recalcó Akbari.
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