Los rebeldes armados que dominan Damasco han detenido a decenas de personas acusadas de aprovechar el caos imperante en Siria para resolver cuentas pendientes.
El Observatorio de Derechos Humanos de la ONU ha destacado que estas detenciones han estado acompañadas de actos de extrema violencia, resultando en la muerte de 35 personas. Además, el Observatorio ha subrayado que las minorías religiosas han enfrentado un trato "degradante".
Según el Observatorio, la mayoría de los ejecutados eran exoficiales del derrocado gobierno de Assad. Estos oficiales se habían entregado voluntariamente a las fuerzas de al-Golani, pero aun así fueron asesinados por los rebeldes.
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