Trump, quien en su primer mandato aplicó una política de máxima presión contra la República Islámica de Irán, firmó ayer un memorando presidencial para restablecer su llamada campaña de “máxima presión” sobre el país persa y dijo: “Con suerte, no vamos a tener que usarla mucho”.
"Habrá que ver si podemos alcanzar un acuerdo con Irán", agregó.
Repitiendo las afirmaciones de Washington de que la República Islámica de Irán está cerca de fabricar arma nuclear, Trump sostuvo: "Irán no debe tener armas nucleares. No queremos ejercer demasiada presión sobre Irán".
Además, Trump dijo que, si él fuera asesinado por la República Islámica de Irán, el país sería "aniquilado", según una orden ejecutiva que ya dejó firmada.
"Creo que Irán quiere que se establezca la paz. ¿No creen que ya han soportado suficiente?", señaló.
El mandatario estadounidense evitó responder a la pregunta sobre qué haría si el premier israelí le pidiera que usara la fuerza contra Irán y dijo que no sabe qué diría el primer ministro.
Su comentario