El jeque Nawaf Takruri consideró que las restricciones impuestas por el régimen sionista a los fieles en la Mezquita de Al-Aqsa son “una falta de respeto al mes de Ramadán y al mundo árabe e islámico”.
Agregó que estas acciones, que incluyen la limitación del número de fieles y la imposición de restricciones contra ellos, constituyen una violación flagrante de la santidad del mes sagrado de Ramadán.
"Lo que los ocupantes cometen en la Mezquita de Al-Aqsa durante el mes de Ramadán es un ataque a la dignidad del mundo árabe e islámico", añadió.
Takruri subrayó que esas acciones requieren una respuesta por parte de los países islámicos para detener los ataques contra la Mezquita Al-Aqsa y que todos deben levantarse en defensa de este lugar sagrado.
Finalmente, el jeque advirtió que la Mezquita Al-Aqsa está expuesto a un proceso de judaización planificado por los ocupantes.
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