Baqaei describió este acto terrorista, cometido en un lugar sagrado durante la oración del viernes, como contrario a los principios del Islam y en violación de todas las normas legales, internacionales y de derechos humanos, y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, así como al pueblo y al gobierno de Níger, y pidió a Dios el perdón divino para los fallecidos y una pronta recuperación y salud para los heridos.
Recordando la postura fundamental de la República Islámica de Irán en la condena de todas las formas y manifestaciones del terrorismo y el extremismo violento, Baqaei subrayó la necesidad de fortalecer aún más la cooperación y la coordinación en los niveles regional e internacional para prevenir y combatir el terrorismo, así como para juzgar y castigar a los perpetradores y responsables de actos terroristas.
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