En los recientes ataques se han utilizado misiles explosivos y destructivos Tomahawk (BGM-109) que poseen cabezas explosivas muy potentes y tóxicas. En estos ataques también se han empleado cabezas de racimo, cuyo uso ya había sido registrado previamente en cinco provincias de Yemen.
Según la Convención de Ginebra y el Protocolo Quinto, esta acción se considera una clara violación de todas las leyes internacionales y una agresión contra todos los valores humanos y éticos. Durante el uso de estas armas contra Yemen, no se tomaron medidas precautorias para preservar las vidas de los civiles.
El Tomahawk es originalmente un misil de largo alcance con velocidad subsónica que se emplea para atacar objetivos terrestres. Este misil normalmente se dispara desde la cubierta de destructores o submarinos. Tiene una longitud de 5.56 metros con una velocidad de 880 km/h y es capaz de transportar 450 kg de explosivos. El alcance de este misil está entre 1200 y 2500 km.
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