El problema del método de Trump es que no dedica el tiempo y el cuidado necesarios para alcanzar soluciones a largo plazo. Trump cree que si fanfarronea lo suficiente, los demás cederán, pero como este enfoque no se basa en una evaluación seria de los hechos, no funciona", ha afirmado Lawrence Freedman.
El profesor emérito de Estudios de Guerra en el King's College de Londres, al señalar que "Trump está más interesado en el beneficio político a corto plazo que obtiene al anunciar un logro diplomático que en una solución sostenible, dijo: “Estamos ante alguien extraordinariamente impaciente y reactivo, para quien la velocidad es más importante que la política en sí".
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