Según informó Reuters, el Papa Francisco, a pesar de su debilidad física por su recuperación de una neumonía, apareció brevemente en el balcón principal de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, donde un asistente leyó su mensaje de Pascua.
El líder católico, quien ha expresado en múltiples ocasiones su preocupación por la situación de los palestinos en Gaza, describió la condición en el territorio como "triste y lamentable".
Pidió un cese al fuego inmediato para la liberación de los prisioneros en manos del régimen sionista y para ayudar a la población hambrienta de Gaza.
El Papa afirmó: “Declaren un alto al fuego, liberen a los cautivos y ayuden al pueblo hambriento”.
Los médicos han limitado sus actividades debido a su recuperación de una neumonía. Aunque no participó en la misa, asistió para dar su bendición tradicional al mundo.
Esta postura del Papa llega en medio de tensiones persistentes en Medio Oriente y mientras la comunidad internacional busca una solución al conflicto. Su mensaje ha tenido amplia cobertura mediática global.
Pese a los más de 50 mil mártires palestinos y el silencio de los organismos internacionales, el gabinete de Benjamín Netanyahu sigue insistiendo en la guerra, viendo su supervivencia política en la continuidad de la masacre contra los palestinos.
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