En una entrevista televisiva, Saíd Jatibzadeh, viceministro de Exteriores y jefe del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de Irán, declaró que las conversaciones con Washington se rigen por “principios y estándares claros”, rechazando que la confianza sea un factor en el proceso. “No entramos en negociaciones internacionales basándonos en la confianza, sino en derechos verificables y mecanismos de evaluación”, precisó.
Jatibzadeh destacó que la historia de las relaciones con EE.UU. ha profundizado la desconfianza, citando la falta de gestos constructivos por parte estadounidense en las últimas cuatro décadas. “Cada negociador iraní sabe que no puede haber ingenuidad. Avanzamos paso a paso, con precaución, sin esperar concesiones gratuitas”, añadió, enfatizando que el diálogo no garantiza un acuerdo final.
Sobre el carácter de las negociaciones, el funcionario negó que se trate de una “guerra diplomática”, aunque admitió que el objetivo no es necesariamente alcanzar un consenso. “Dialogamos para clarificar posiciones, defender nuestros derechos y explorar soluciones, pero sin ilusiones”, explicó. Además, rechazó especulaciones sobre el impacto de las conversaciones en la economía iraní, calificando de “prematuro” cualquier pronóstico.
En paralelo, Jatibzadeh resaltó las iniciativas de Irán para mitigar el efecto de las sanciones, como la próxima Feria Internacional de Teherán (Expo), que atraerá a más de 1.400 empresas, y el "Foro de Diálogo de Teherán", un espacio con líderes globales y expertos. “La diplomacia iraní no se limita a las negociaciones; trabajamos en múltiples frentes para proteger los intereses de nuestro pueblo”, afirmó.
El viceministro concluyó reiterando que la prioridad de Irán es asegurar beneficios tangibles para su población y las generaciones futuras. “Nuestro enfoque es claro: defender la soberanía y el desarrollo del país, sin ceder a presiones externas”, sentenció, insistiendo en que las conversaciones son solo una herramienta dentro de una estrategia más amplia.
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