“Los países que desean establecer justicia, paz y seguridad duradera en todo el mundo deben, en la medida de lo posible, fortalecer sus vínculos y colaboraciones mutuas, y con pensamiento conjunto, impedir la imposición de la voluntad de las potencias dominantes”, añadió.
“Es evidente que, en la medida en que las relaciones entre los países se fortalezcan en diversos ámbitos como el político, económico y de seguridad, del mismo modo deberá ampliarse y profundizarse la cooperación y el intercambio judicial”, añadió.
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