Irán rechazó enérgicamente las acusaciones del ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, quien afirmó que el país persa estaría “al borde” de desarrollar armas nucleares. En una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador iraní, Amir Saíd Iravani, tachó estas declaraciones de "infundadas" y "políticamente irresponsables", subrayando que Irán nunca ha buscado poseer armamento nuclear.
Iravani recordó que Irán, como miembro fundador del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), cumple con sus obligaciones internacionales y rechaza categóricamente las armas de destrucción masiva. Destacó que los informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirman la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní, sin desviaciones hacia fines militares.
El diplomático criticó a Francia por amenazar con reimponer sanciones contra Irán, lo que calificó como un acto de "coerción política y económica" violatorio de la Carta de la ONU. También acusó a París de hipocresía, al señalar que Francia moderniza su propio arsenal nuclear y no ha cumplido con sus compromisos de desarme bajo el TNP.
Iravani defendió el acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA), cuyo fracaso atribuyó a la retirada unilateral de EE.UU. y al incumplimiento europeo. Aseguró que las medidas de Irán para reducir sus compromisos fueron "transparentes y proporcionales", en respuesta a las violaciones de las otras partes.
Irán reiteró su disposición al diálogo, pero advirtió que la diplomacia no puede avanzar bajo amenazas. Exigió a Francia y sus aliados respetar la soberanía iraní y el derecho internacional, abandonando la presión económica como herramienta política.
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