“Durante la guerra entre Irán e Irak, gracias al valor y sacrificio de los soldados de la patria, el liderazgo de los gestores del país y el esfuerzo del pueblo, la República Islámica de Irán logró la victoria y los enemigos fueron expulsados del suelo iraní”, destacó Kamal Jarrzi en la conferencia "El Golfo Pérsico a la luz de los desarrollos regionales e internacionales", celebrada en el Centro de Estudios del Golfo Pérsico.
Recordó que hacia el final del mandato del difunto Hashemí Rafsanyani, se dieron pasos significativos para reparar las relaciones deterioradas entre Irán y los países ribereños del Golfo Pérsico.
“El punto de partida de estos esfuerzos fue el encuentro del Ayatolá Hashemí con el rey Abdalá en Islamabad, donde se propuso la idea de celebrar una cumbre de líderes de países islámicos, la cual se llevó a cabo posteriormente durante el mandato de Jatamí”, agregó.
El alto funcionario persa destacó que “si Irán hubiese dependido de potencias extranjeras, naturalmente no habría podido actuar de forma tan independiente.
Resaltó que el poder ha sido alcanzado, y otros también reconocen que la República Islámica de Irán es un país poderoso que ha logrado defenderse militarmente y resistir frente a los extranjeros.
Jarrazi, expresando su preocupación por los intentos de Israel de dominar la región del Golfo Pérsico, reiteró la necesidad de establecer diálogos serios entre Irán y los países árabes de la región.
“Parece que, a la luz de la racionalidad y madurez que los países de la región han alcanzado, deben materializarse diálogos regionales entre Irán y el conjunto de países árabes”, concluyó.
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