En su primera homilía como Pontífice, el Papa León XIV expresó su preocupación por la creciente importancia del dinero, la tecnología y el placer en la vida moderna, en detrimento de los valores cristianos. Durante una ceremonia en el Vaticano, ante cardenales y fieles, denunció que estos elementos han desplazado a la fe como eje central de la sociedad.
El Papa alertó que, en muchas regiones, la fe cristiana es vista como algo insignificante o asociada a los débiles, mientras los creyentes enfrentan burlas, rechazo o condescendencia.
Criticó además la reducción de la figura de Jesucristo a un “líder carismático” o “superhéroe”, incluso entre bautizados que viven en un “ateísmo práctico”.
León XIV, quien asumió recientemente el papado, celebró su primera misa matutina como Sumo Pontífice, describiendo su elección como un don divino para “cargar la cruz de Cristo”. Su mensaje busca reafirmar el papel de la espiritualidad en un mundo cada vez más secularizado.
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