En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), el ministro de Relaciones Exteriores de Irán lamentó el deterioro de las relaciones con Suecia, que en el pasado fueron prósperas y marcadas por la cooperación económica.
Araqchi recordó que marcas suecas como Scania y Volvo eran muy valoradas en Irán, pero denunció que, en la última década, Suecia ha tomado medidas “incomprensibles”, como detener la exportación de medicinas y equipos médicos no sujetos a sanciones, incluidos tratamientos para niños con enfermedades raras.
El canciller iraní también criticó que Suecia haya otorgado la nacionalidad a un ciudadano condenado por “delitos graves” en Irán, a quien describió como alguien con “vínculos superficiales” con la sociedad sueca.
El jefe de la Diplomacia iraní aseguró que, a pesar de los cargos, el detenido (en referencia a Ahmadreza Yalali, un médico iraní-sueco condenado a muerte por espionaje) recibe atención médica adecuada. Hizo un llamado a su homóloga sueca, Ann Linde, para reconsiderar las decisiones que, han llevado a un callejón sin salida en las relaciones bilaterales.
Araqchi expresó su orgullo por la comunidad iraní en Suecia y señaló que los empresarios de Irán están dispuestos a reanudar la cooperación bajo marcos legales internacionales. Sin embargo, subrayó la necesidad de dejar atrás “retóricas gastadas” y abrir un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.
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