Durante una reunión del gabinete iraní, el Dr. Pezeshkian subrayó que Irán "negocia para demostrar que no busca la guerra", pero mantendrá inflexiblemente sus derechos nucleares pacíficos. "Nunca hemos perseguido ni perseguiremos armas nucleares, pero bajo ninguna circunstancia renunciaremos a nuestra tecnología nuclear legítima", declaró, en un mensaje dirigido a la comunidad internacional.
El mandatario recordó que las actividades nucleares de Irán se rigen por una fatua (decreto religioso) del Líder Supremo, el ayatolá Seyed Ali Jameneí, que prohíbe las armas atómicas. "Nuestros logros son fruto de la sangre de los mártires y el esfuerzo de nuestros científicos. No son moneda de cambio", afirmó, en alusión a las demandas occidentales para limitar el programa. Además, destacó que esta tecnología es clave para el desarrollo en salud, agricultura e industria.
El jefe del Ejecutivo persa reiteró la disposición de Irán al diálogo: "Hablamos para probar nuestra voluntad pacífica, pero defenderemos con determinación nuestros intereses nacionales".
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