El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, afirmó que “como seres humanos, nuestro deber es ayudar a los necesitados y a los que sufren, sin importar su religión, raza o nacionalidad”.
Durante su intervención en el acto de conmemoración de la "Semana de la Media Luna Roja", celebrado este lunes en Teherán, destacó que "hay quienes están dispuestos a sacrificar su propio bienestar por aliviar el dolor ajeno", y cuestionó: "¿Acaso puede llamarse 'humano' a quien ignora el sufrimiento de los demás?".
Pezeshkian criticó duramente a las potencias que, en nombre de los derechos humanos y la libertad, bombardean a civiles indefensos.
"Es una tragedia que quienes se presentan como defensores de la humanidad destruyan hogares de inocentes en lugar de tenderles una mano", denunció. Además, señaló la contradicción de aquellos que, "tras discursos grandilocuentes sobre paz, actúan con una crueldad peor que la de las bestias".
Así mismo, el mandatario iraní arremetió contra la comunidad internacional por su pasividad ante los crímenes del régimen sionista: "El mundo lo ve, pero calla. La ONU es testigo, y aun así protege a los criminales". Pezeshkian calificó esta actitud como un grave problema: "Hablan de libertad en los podios, pero en la práctica son más salvajes que los depredadores más sanguinarios".
En un tono indignado, el presidente concluyó: "Ellos proyectan sus atrocidades sobre otros, pero está claro quién acude en ayuda de la humanidad y quién la extermina con misiles, bombas y tecnología avanzada". Su discurso reflejó el rechazo de Irán a la injerencia occidental y su exigencia de justicia para las víctimas de los conflictos en la región, especialmente en Palestina.
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