Durante este encuentro, Musavi advirtió sobre la posible realización de una operación de bandera falsa con el objetivo de alterar las relaciones bilaterales.
Este encuentro tuvo lugar en un contexto en el que la detención de varios ciudadanos iraníes en las últimas semanas bajo acusaciones de índole de seguridad ha afectado el clima de las relaciones entre Irán y el Reino Unido. La policía británica anunció en dos operaciones separadas que había detenido a varios ciudadanos iraníes bajo sospecha de “preparar actos terroristas” y de “colaboración con un servicio de inteligencia extranjero”. Sin embargo, cuatro de los detenidos fueron liberados sin que se les presentaran cargos, y los otros tres solo han sido acusados de delitos como “vigilancia y reconocimiento de campo”.
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