Iravani condenó especialmente el bombardeo del 2 de mayo cerca del palacio presidencial en Damasco, subrayando que la ocupación israelí de los Altos del Golán viola el derecho internacional y la resolución 497 de la ONU. “Estos actos deben ser repudiados definitivamente”, afirmó durante una sesión sostenida sobre Asia Occidental.
El diplomático reconoció como “paso positivo tardío” el alivio parcial de sanciones a Siria por parte de EE.UU., la UE y El Reino Unido, pero exigió el levantamiento total de estas medidas “ilegales”. Destacó que 16 millones de sirios necesitan ayuda urgente y que cualquier flexibilización debe traducirse en mejoras concretas para la población.
Iravani insistió en que el futuro de Siria debe decidirse “sin interferencias externas”, en línea con la resolución 2254. “El sufrimiento sirio no puede instrumentalizarse políticamente”, afirmó, pidió el retorno de refugiados y la reconstrucción del país tras años de conflicto, ocupación y terrorismo.
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