Mohamad Sadeq Farahani, subdirector jurídico del centro, reveló durante un encuentro con expertos que se presentarán protestas formales ante organismos internacionales, se iniciarán demandas en cortes globales y se presentarán recursos ante tribunales iraníes en coordinación con la Cancillería y el Poder Judicial.
El funcionario denunció que el cambio toponímico -que coincidiría con recientes declaraciones del presidente estadounidense- busca “sembrar división”, y aseguró que perseguirán el caso “sin descanso” como parte de su deber de “proteger la identidad nacional iraní”.
Farahani destacó la colaboración interinstitucional para este esfuerzo jurídico, subrayando que la preservación del nombre histórico del golfo pérsico -reconocido por la ONU desde 2006- constituye una “demanda irrenunciable” del pueblo iraní ante lo que consideran un intento de reescribir la geografía regional.
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