Durante la conmemoración del aniversario del fallecimiento del Imam Jomeini en su mausoleo, el presidente iraní Masud Pezeshkian aseveró que "ninguna potencia podrá imponerse a Irán si se siguen las enseñanzas del fundador de la República Islámica".
En su discurso, destacó que las directrices del Líder de la Revolución Islámica —basadas en los principios coránicos— son la clave para preservar la dignidad nacional y la autosuficiencia: "Su lema 'Podemos' nos enseñó a no doblegarnos ante la opresión".
Pezeshkian subrayó la insistencia de Imam Jomeini en la unidad entre musulmanes como escudo contra las amenazas externas: "Si los países islámicos mantienen cohesión, Israel, con su población limitada, no podría cometer sus crímenes", agregó y criticó a Estados Unidos por militarizar la región y promover divisiones: "Arman a naciones musulmanas para enfrentarlas entre sí, mientras presentan a Israel como garante de seguridad".
El mandatario defendió el Islam como "religión de justicia" y condenó los "gobiernos tiránicos", instando al Estado iraní a servir especialmente a los oprimidos, a quienes calificó como "la joya de la República Islámica".
No obstante, el mandatario alertó sobre las estrategias de Washington y Tel Aviv para sembrar discordia interna: "Su objetivo es facilitar operaciones encubiertas contra nuestra soberanía".
Finalmente, Pezeshkian al asegurar que la unidad nacional anulará las ambiciones extranjeras, reiteró que la cooperación entre Estados musulmanes neutralizaría la influencia israelí, pese a su arsenal: "EE.UU. ha convertido a la región en un polvorín, pero la verdadera amenaza es su alianza con el sionismo".
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