El ataque, perpetrado el sábado en la localidad de Fontibón por un menor de edad, dejó al político del partido Centro Democrático en estado crítico. El Gobierno nacional emitió un comunicado condenando el hecho como un acto violento que no solo vulnera la integridad del senador, sino que “atenta contra la libertad de pensamiento y el ejercicio legítimo de la política” en Colombia.
A través de su cuenta en X, Petro subrayó que, pese a las diferencias ideológicas con la familia Uribe Turbay, "la prioridad hoy es preservar la vida" del dirigente sin cálculos políticos. "La política debe ser libre de violencia. Por eso hicimos la paz", afirmó el mandatario, recordando su compromiso con una sociedad donde las divergencias no se resuelvan con agresiones.
El presidente advirtió sobre intentos de aprovechar el atentado con fines partidistas: "Rechazamos el oportunismo de usar el dolor de la familia para objetivos políticos. En este Gobierno, lo primero es la vida". Petro vinculó el modus operandi —un menor como autor— con patrones de violencia política históricos en Colombia, donde jóvenes han sido utilizados para amedrentar a líderes sociales y opositores.
El caso reavivó el debate sobre la seguridad en eventos políticos, en un contexto de polarización preelectoral. Mientras sectores uribistas exigen garantías, analistas señalan que este atentado podría intensificar tensiones en un año clave para la agenda legislativa y la implementación del proceso de paz. La Fiscalía ya investiga los motivos detrás del ataque y posibles redes que hayan reclutado al adolescente.
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