El pelícano es una de las especies de aves acuáticas más importantes y emblemáticas de los humedales iraníes, considerado un indicador clave de la salud de los ecosistemas acuáticos. Su presencia señala la estabilidad de los recursos naturales y la existencia de condiciones adecuadas para la vida silvestre. Los pelícanos son de las aves acuáticas más grandes del mundo y habitan en costas, ríos y humedales de todo el planeta, excepto en la Antártida.
La envergadura de sus alas puede alcanzar hasta tres metros, y su peso varía según la especie, desde 3 hasta 15 kilogramos. Estas aves, gracias a su bolsa gular flexible, capturan peces, y mediante trabajo en equipo, persecuciones en grupo y zambullidas, logran atrapar a sus presas. En Irán, el pelícano blanco y el pelícano gris son observados en humedales como el lago Urmía, el de Anzali y en el Golfo Pérsico. Algunas de estas aves se reproducen durante las estaciones cálidas. Sus patas palmeadas y su largo y flexible cuello les facilitan la flotación y la caza. Las amenazas medioambientales como la destrucción de humedales, la disminución de recursos alimenticios y la contaminación humana han reducido sus poblaciones. La protección de sus hábitats naturales y la adecuada gestión de los ecosistemas acuáticos son esenciales para su supervivencia. Los pelícanos desempeñan un papel importante en el equilibrio ecológico de los humedales y su conservación es vital para la biodiversidad.
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