Shiraz, 21 de abril de 2013, IRNA - Con la presencia del Primer Vicepresidente iraní, Mohammad Reza Rahimi y 31 Embajadores extranjeros y varias autoridades oficiales en Shiraz, comenzó la 17ª celebración Internacional de conmemoración del gran poeta persa, Saadi.

El Vicepresidente pronunció hoy domingo un discurso durante el evento, sobre la dimensión mundial del famoso poeta iraní "Saadi Shirazi".

El encuentro ha sido convocado por la Organización de Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo del Ministerio de Cultura iraní.

31 Embajadores extranjeros llegaron a la ciudad iraní de Shiraz para asistir al evento conmemorativo del gran poeta persa, Saadi.

El Embajador de Malasia en Teherán, Mohammed Sadeq Gani que se encuentra en Shiraz para asistir a la ceremonia conmemorativa del aniversario de Saadi, declaró a IRNA que Hafez y Saadi se encuentran entre los mejores poetas del mundo, y no solo pertenecen a Shiraz y a los shirazíes.

Gani dijo que el pueblo de Malasia está muy familiarizado con los poetas iraníes y conoce bien la cultura, la civilización y los atractivos turísticos de Shiraz.

Sa'dí es uno de los grandes clásicos de la literatura persa y mundial. Sus dos principales obras, el Bustán y el Golestán, son dos libros de obligada lectura para los persas y el alumno de persa, especialmente el Golestán. Sa'dí es en la literatura persa el maestro de la literatura sapiencial y ha sido el creador de un estilo particular muy imitado a lo largo de 700 años allí donde el persa tenía influencia cultural. Muchos de los refranes que podemos oír en Irán tienen su origen en el Bustán o el Golestán. Entre los persas los dichos y sentencias de Sa'dí tienen una autoridad casi sacra y cualquier frase del poeta de Shiraz dicha en un momento oportuno puede llegar a dar a fin a una discusión.

Sa'dí nació en Shiraz a finales del siglo XII y murió aproximadamente en el 1291. Algunos afirman que vivió más de cien años.

Su vida es poco conocida directamente, pero más o menos bien conocida indirectamente si damos por cierto los datos, al parecer autobiográficos, del Golestán. Se sabe que Sa'dí quedó huérfano de niño. Siendo un joven continuó sus estudios en Bagdad, en una de las madrasas Nezamiyeh, llamadas así por haber sido fundadas por el célebre visir persa selyúcida Nezam al-Molk. Tras terminar sus estudios en Bagdad, Sa'dí no regresó a Persia, quizás por lo caldeado que estaba el ambiente con los mongoles arrasando el país, y llevó a partir de entonces una vida errante que duró unos treinta años, y, si hacemos caso al Golestán, viajó por todo Oriente Medio y Próximo, llegando a Marruecos y Abisinia. Permaneció varios años en Damasco y fue apresado en Trípoli por los Cruzados permaneciendo prisionero un tiempo indeterminado. Fue liberado gracias a un amigo de Alepo que a cambio lo casó con su insoportable hija que repudió poco más tarde

Regresó a Shiraz en el 1257 cuando gobernaba la región el atabak Abu Bakr Sa'd ibn Zangi (1226-1269), de ahí su sobrenombre de Sa'dí. Ese mismo año compuso el Bustán, y al año siguiente el Golestán, sus dos obras maestras y dos de las obras cumbres de la literatura persa. Murió en Shiraz en paz allá por el año 1291. Hoy día podemos admirar su mausoleo en su ciudad natal.

Al regresar a Shiraz ya a edad relativamente madura fue cuando comenzó a escribir. Redactó el Bustán (El Jardín), completamente escrita en verso y de naturaleza sapiencial, con cuentos con moraleja, y que trata sobre todo de las virtudes que deben poseer los buenos musulmanes (justicia, equidad, satisfacción, fe).

En cuanto al Golestán, es la obra cumbre de la literatura sapiencial persa. Escrita en prosa rimada y en un estilo muy semejante a la macama árabe, Sa'dí entremete en sus cuentos máximas en persa de cosecha propia, en árabe, aleyas coránicas, múltiples alusiones al Corán y a las tradiciones proféticas (hadices), todo ello compuesto con una destreza que le ha hecho merecedor entre los persas del sobrenombre de 'Ostâd-e-Soján (Maestro de la Palabra). El estilo del Golestán es relativamente sencillo, si tenemos en cuenta las dificultades propias de un texto que tiene más de siete siglos y está redactado en un estilo similar a la macama, pero a la vez simple y elegante. El Golestán rebosa de buen humor, habla tanto del amor sensual como del divino, es realista hasta incluso mostrarse cínico. Las alegorías, los juegos de palabras, las alusiones a las historias del Corán, a los reyes persas del pasado, se mezcla todo en una amalgama que no deja de sorprender al lector. El Golestán sigue haciendo las delicias de persas y no persas, ya que el extranjero que ha adquirido cierto nivel en este idioma puede saborear una de las obras cumbres de la Humanidad. De hecho, llamó la atención en Europa muy pronto, y, en 1634, se realizó la primera traducción a una lengua europea, el francés. Muy pronto se sucedieron las traducciones al latín 1651, alemán 1654, inglés 1806 y en el siglo XIX a muchas más lenguas europeas (polaco, ruso etc.) y no europeas (árabe, turco, hindi). El Golestán influyó en La Fontaine, además de que grandes personajes de la Ilustración francesa como Diderot y Voltaire se refirieron a la obra de Sa'dí.

1233**1551