fecha de publicación: 16 octubre 2019 - 21:57

Teherán, IRNA- El sur de Irán es uno de los destinos más visitados en otoño por los turistas. Y la Isla de Ormuz, en el Golfo pérsico, con sus peculiaridades únicas, es uno de los lugares que el viajero no debe perderse en la parte meridional del país.

Ubicada en las proximidades de Qeshm, la Isla de Ormuz, con su terreno carmesí cuya antigüedad se remonta a 600 millones años, ofrece un paisaje tan colorido como un arcoiris.

Llegar a esa hermosa ínsula  es muy fácil, pues  hay trenes y aviones desde diferentes ciudades de Irán hasta Bandar Abbas, y desde esa ciudad portuaria se puede llegar a la Isla de Ormuz en 40 minutos en ferry.

Ormuz no es solamente una isla compuesta por tierra, piedras y arena. Además del suelo, las rocas, las montañas y los caminos forman un conjunto de colores rojizos, anaranjados, blancos, amarillos,... y cuando los recorres y sopla el viento, parece una isla misteriosa, un verdadero paraíso natural muy distinto a cualquier otro lugar.

¿Dónde nos alojamos?

¡No hay ni centros comerciales ni hoteles en Ormuz! Todo está intacto, y esa autenticidad, así como la ausencia de elementos urbanos es el gran aliciente de la isla.

Cuando viajas a la isla, de 42 km2 de superficie, debes alojarte en las casas locales o pasar la noche bajo el cielo estrellado.

Durante el día se puede recorrer la isla en un vehículo motorizado de tres ruedas, y visitar la "Diosa de Sal", la "Fortaleza de los portugueses,  el " Valle de las Esculturas”, y de ahí al estrecho de Ormuz para contemplar la navegación de los barcos.

A lo largo de la ruta que conecta la Isla de Qeshm con la de Ormuz destacan las montañas rojizas, blanquecinas o amarillas. De la montaña roja se extraen materiales que se utilizan en diversas industrias para la producción de pinturas, productos cosméticos, vidrio, cerámica,  arcillas, etc.

De ese mismo suelo, conocido como "Gueloc" por los lugareños, se prepara una deliciosa salsa llamada Suragh, que combinada con sardinas y aceite se utiliza para preparar deliciosos platos tradicionales de Ormuz, como el Toumoshy o el Rejte.

Otro de los usos de las coloridas tierras es el dibujo de la pintoresca "alfombra de suelo", la cual se extiende anualmente con motivo del Día Nacional del Golfo Pérsico y refleja la milenaria civilización de la isla.

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