Demiris expresó la oposición de Atenas a la “exportación” de las democracias occidentales a otros países, según señaló un comunicado de la Embajada de la República Islámica de Irán en Grecia.
Asimismo, agregó que en materia de derechos humanos, los valores y normas que imperan en cada país deben ser considerados seriamente.
Por su parte, Naderi se refirió a las comunes características históricas, culturales y de civilización entre los dos países, las cuales suponen unos vínculos constructivos en las relaciones entre Irán y Grecia.
Además, expresó su esperanza de que durante su estancia en Grecia se abra un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.
Y criticando la aplicación de estándares duales y discriminatorios en materia de derechos humanos, señaló: “Los derechos humanos se han convertido en una herramienta política, y la buena voluntad en las resoluciones sobre esa materia ha sido muy cuestionada”.
Ambas partes también dialogaron sobre los acontecimientos regionales e internacionales, así como sobre el desarrollo de las relaciones mutuas.
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