Durante una reunión celebrada en Teherán con el ministro de Economía, Farhad Dejpasand, Yahangiri se refirió a la presión de las sanciones de EEUU, aunque la tasa de inflación se redujo durante el tercer trimestre del último año del calendario iraní.
El crecimiento económico del país fue positivo, tanto si incluimos o excluimos el petróleo durante el tercer trimestre, señaló, experimentando un crecimiento del 3,3% excluyendo los ingresos del crudo, y del 1,3% incluyéndolos.
Asimismo, se crearon unos 470.000 empleos en Irán durante el año pasado, por lo que la tasa de desempleo se redujo, afirmó.
Las autoridades iraníes confiaban en lograr una menor tasa de inflación, un mayor crecimiento económico y una menor tasa de desempleo, así como un incremento de las inversiones extranjeras, pero el país tuvo que afrontar el brote de coronavirus, el cual ha supuesto una grave preocupación a nivel mundial, explicó Yahangiri.
Se dice que el mundo posterior al coronavirus será muy distinto al que conocíamos hasta ahora, indicó, augurando que probablemente esa crisis tendrá un impacto considerable en el orden mundial.
Yahangiri citó en ese sentido a algunos expertos europeos y estadounidenses manifestando que el brote de coronavirus ha sido el mayor desafío al que se ha enfrentado el género humano después de la 2ª Guerra Mundial.
La pandemia supone un gran reto global, y todo el mundo predice que conducirá a una grave recesión económica en todas las economías, concluyó el vicepresidente.
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