Rohani efectuó estas declaraciones durante la sesión virtual celebrada entre los jefes de gobierno del Grupo de los Ocho Países Islámicos en Desarrollo (D8).
El fortalecimiento del multilateralismo es una de las máximas prioridades en política exterior de la República Islámica de Irán, afirmó.
Respecto a la crisis mundial del coronavirus, señaló que la pandemia ha obstaculizado todas las consideraciones, diseños económicos y perspectivas de desarrollo y ha situado a la comunidad internacional ante una gran incertidumbre sobre los planes futuros.
Rohani añadió que los estados miembros del D8 deberán también afrontar cuestiones importantes para la cooperación en la era posterior al coronavirus, destacando que esa cumbre puede contribuir a que el D8 y la Secretaría de la Organización vislumbren un camino claro.
Desde el punto de vista de la convergencia e interacción empresarial, estamos sentando las bases para el libre comercio regional con los países vecinos, y pronto estableceremos, junto con los países euroasiáticos, la primera zona de libre comercio, señaló.
A pesar de su dispersión geográfica, el D8 goza de enormes capacidades y posibilidades, entre otras, en materias de recursos humanos y naturales, reservas energéticas, economías complementarias y dinámicos sectores privados, indicó Rohani.
Todos afrontamos desafíos más o menos similares en nuestro camino hacia el desarrollo económico. El último de ellos es la actual pandemia del coronavirus que ha trastornado toda la constelación de cálculos y diseños económicos y en materia de desarrollo, proyectando a la comunidad global hacia varias incertidumbres en sus perspectivas futuras, apostilló.
Rohani aseguró que desde los albores del D8, Irán se ha esforzado por desempeñar su papel en la consecución de los nobles objetivos de la Organización.
Medidas como el establecimiento de la Universidad Internacional D8 y la Red de Intercambios y Transferencia de Tecnología D8, las cuales, combinadas, apuntan al objetivo de dos áreas clave: la educación y el desarrollo de recursos humanos y de cooperación tecnológica entre los ocho países, dan testimonio de nuestros esfuerzos, añadió.
Asimismo, estamos completamente preparados para participar en la puesta en funcionamiento de los acuerdos del D8 en tecnologías de la información, facilitación del comercio, inversiones, agricultura, petroquímicas, ciencia, salud, turismo y favorecer la emisión de visados, señaló.
Dada la importancia del comercio exterior para el desarrollo nacional y el bienestar de los grandes pueblos de los Estados miembros del D8, me gustaría enfatizar que el volumen comercial actual entre los ocho países está muy lejos de los potenciales comerciales reales. Por ello, es necesario que se impulsen ciertos mecanismos para la facilitación y promoción del comercio entre los Estados miembros, tanto a través de los servicios y mecanismos aduaneros y bancarios, como los no bancarios, afirmó.
Un activo invaluable de los países del D8, además de su rica cultura islámica y su inmenso capital humano, es el enorme mercado que abarca y, potencialmente, los de otros países musulmanes, dijo.
Con un mercado de esa magnitud es posible invertir conjuntamente a gran escala en aquellas áreas que lo demandan. Aquellos megaproyectos industriales, de investigación y desarrollo de la economía moderna que ya han sido estudiados y acordados por la Organización, precisan una revisión y una acción decidida, añadió.
Además del desastre del coronavirus, el unilateralismo, el terrorismo económico y la forma en que se han planteado son algunos de los problemas que han manchado las características de la comunidad internacional.
Acciones como estas no solo atentan ilegal e ilegítimamente contra gobiernos soberanos y naciones independientes, sino que también representan una seria amenaza para las aspiraciones de la comunidad global, subrayó.
Rohani continuó diciendo que el mundo del Islam ha caído preso de la islamofobia organizada. Una islamofobia que no solo apunta contra los valores sublimes del Islam, sino que también ha tenido consecuencias económicas y de desarrollo adversas más amplias para los países musulmanes.
Por otro lado, subrayó que las medidas ilegales y unilaterales de Estados Unidos destinadas a poner de rodillas a la gran nación iraní fracasaron por completo y, a pesar del fuerte viento en contra por la colosal presión económica, confiando en nuestra propia fuerza de voluntad y poder interior, hemos logrado grandes hazañas y significativos progresos en diversas áreas, incluida la lucha contra la pandemia, así como contra sus impactos y consecuencias.
El testimonio más evidente del fracaso de Estados Unidos en la guerra que libró contra el pueblo iraní es que, luchando contra las sanciones y el coronavirus simultáneamente, logramos un crecimiento económico superior al 2% el año en que la economía mundial se contrajo un 3,5% y muchos países experimentaron una recesión económica de -5 al -10% o superior, añadió.
En los últimos cuatro años, la comunidad internacional ha sido testigo de la intensificación de la guerra económica de Estados Unidos contra Irán. Estas opresivas sanciones han ocasionado un sustancial daño a nuestro país. El acuerdo nuclear, que Estados Unidos violó y trató de eliminar, se ha conservado gracias al tacto de la República Islámica de Irán, señaló.
Estados Unidos debe reincorporarse al JCPOA. En primer lugar, levantando las sanciones y adoptando pasos prácticos; porque esa obligación compete al gobierno que incumplió sus compromisos. E Irán responderá entonces con una actitud positiva, manifestó Rohani.
Y finalmente, reafirmó la voluntad de Irán y de los sectores públicos y privados de nuestro país de profundizar su cooperación en el marco del D8.
9490**1233
Síganos en Twitter @irna_es