Moscú, IRNA- En declaraciones a IRNA en vísperas de su viaje a Irán, el ministro ruso de Exteriores destacó que las relaciones entre Teherán y Moscú siguen desarrollándose en diversas áreas políticas, comerciales y económicas, insistiendo que el fortalecimiento de los vínculos con la República Islámica es una de las principales prioridades de su país.

El texto completo de la entrevista es el siguiente:

-¿Podría decirnos, por favor, ¿cuáles son los principales objetivos de su visita a Irán? ¿Cómo influye el Tratado sobre las bases de las relaciones mutuas y los principios de cooperación entre la República Islámica de Irán y la Federación de Rusia, firmado en marzo de 2001, en el desarrollo de las relaciones entre los dos países?

- El desarrollo de los lazos con Irán es una de las prioridades de la política exterior de Rusia. Este año, el 12 de marzo, se festejó el vigésimo aniversario de la conclusión del mencionado tratado, firmado por los presidentes de nuestros países en Moscú. Con ese paso, las partes confirmaban su recíproco compromiso de establecer unas relaciones basadas en los principios de igualdad y mutua confianza. Rusia e Irán se comprometían a respetar la soberanía, la integridad territorial y la independencia del otro y a no interferir en sus asuntos internos.

En gran medida, gracias a la perseverante implementación de las disposiciones del Tratado, nuestros países han alcanzado un alto nivel de interacciones, algo sin precedentes, y que hoy son intensivas y diversificadas. Estamos fortaleciendo nuestros lazos en los campos políticos, comerciales, económicos, científicos y tecnológicos, culturales, humanitarios y algunos más. Se están ejecutando importantes proyectos infraestructurales en Irán, incluida la construcción de la planta de energía nuclear de Bushehr. La cooperación en el campo sanitario y la lucha contra la propagación de la infección por la COVID-19 sigue avanzando. Irán ha recibido la vacuna rusa Sputnik V y está previsto organizar su producción en territorio iraní.

Moscú y Teherán trabajan además en estrecha colaboración para garantizar la plena implementación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA). Coordinamos con éxito nuestros esfuerzos para lograr una solución siria en el formato de Astaná, que ha demostrado ser eficaz, y mantenemos un diálogo regular sobre la situación en Oriente Medio y Oriente Próximo. Podemos afirmar que ciertamente la cooperación ruso-iraní contribuye al mantenimiento de la estabilidad regional y, en términos más generales, al desarrollo de las relaciones internacionales en base a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

Durante las próximas negociaciones con mi homólogo iraní, el Sr. Mohammad Yavad Zarif, tengo previsto examinar las vías para cimentar aún más los lazos multifacéticos ruso-iraníes.

- Irán y Rusia tienen un papel especial que desempeñar y una estrategia singular que seguir en la región, particularmente en lo que respecta al desarrollo del Corredor de Transporte Norte-Sur. ¿Qué medidas deberían tomar los dos países en el marco de este proyecto y qué obstáculos podrían afrontar? ¿Cómo puede influir este proyecto en el transporte de mercancías en la región y a nivel mundial?

-El aumento sostenible de la cooperación comercial y económica depende en gran medida de una red logística desarrollada. El Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur es un buen ejemplo de colaboración multilateral. Es una infraestructura clave de la región diseñado para promover la interacción mutuamente beneficiosa entre múltiples estados.

Nuestros países lideran la implementación de esa iniciativa, ya que la mayor parte de la ruta terrestre atraviesa sus territorios. La construcción de una infraestructura vial moderna es muy importante. El gobierno ruso ha aprobado y puesto en marcha los planes y programas necesarios, incluso para la región del Mar Caspio. Sabemos que Teherán también presta especial atención a este tema. Esperamos que nuestros socios iraníes terminen con éxito la construcción de los accesos al puerto del Caspio (la Zona de Libre Comercio de Anzali) y el ferrocarril a Azerbaiyán. Esto impulsará sustancialmente la competitividad del CTI Norte-Sur y su atractivo para los transportistas.

El desarrollo de la cooperación entre Irán y la Unión Económica Euroasiática también contribuirá al objetivo de un funcionamiento exitoso del corredor de transporte. Esa cooperación se formalizó en 2018 con la firma del Acuerdo Provisional que permite la formación de una zona de libre comercio (que entró en vigor en octubre de 2019). El 11 de diciembre de 2020 se decidió firmar un acuerdo permanente sobre la zona de libre comercio. Por nuestra parte, continuaremos ayudando en todo lo posible en ese sentido.

Esperamos que el CTI Norte-Sur se convierta en un futuro en una base para la creación de un espacio integral económico, logístico y de transporte "sin fisuras", que se extienda desde las costas sureñas iraníes hasta las ciudades norteñas de Rusia. Abordar esa tarea parece especialmente importante, en un momento en que el reciente incidente del bloqueo del Canal de Suez ha puesto de relieve la necesidad de hallar rutas de transporte terrestre seguras.

- El nuevo gobierno de Estados Unidos parece seguir aplicando la misma política de Donald Trump, pero con nuevas formas. ¿Qué piensa Ud., al respecto? ¿Qué pueden hacer nuestros países para contrarrestar el uso de enfoques unilaterales por parte de la administración Biden?

-El principal problema, según entendemos, es la persistente falta de voluntad de Washington por abandonar su rumbo fallido en la defensa del dominio global estadounidense, adoptada a principios de la década de los 90 tras el colapso de la Unión Soviética. Actualmente, resulta obvio para todos que esa política es totalmente contraproducente, en particular ante el proceso objetivo de dar forma a un orden mundial multipolar más justo, más democrático y por lo tanto más sostenible que está cobrando un mayor impulso ante nuestros ojos.

A pesar de ello, EEUU, apoyado por sus aliados europeos, ha estado tomando medidas agresivas encaminadas a destruir la arquitectura legal internacional de la ONU y sustituirla por el llamado "orden basado en reglas". No es que nos opongamos a la idea de que todos sigan las reglas, pero esas reglas deben desarrollarse no solo dentro del estrecho círculo que competa a Washington y a sus patrocinados, sin pasar por las Naciones Unidas, sino dentro de formatos universales que involucren a todos los actores globales clave, según las normas reconocidas universalmente del derecho internacional.

En este contexto, quisiera resaltar el fenómeno de la gran presión sin precedentes ejercida por Occidente sobre los Estados que están implementando políticas internas y externas independientes, guiadas únicamente por sus intereses nacionales. Esto incluye todo tipo de herramientas que van desde las sanciones financieras o restricciones de visados, hasta campañas de desinformación o intervenciones directas y contundentes. De hecho, nos enfrentamos al resurgimiento del pensamiento neocolonial de la política exterior, que implica, entre otras cosas, dividir el mundo entre los países "elegidos" y el resto. Mientras que a los primeros se les ofrece un perdón a priori por cualquier acción, los segundos deben actuar irremediablemente de acuerdo con las instrucciones emitidas por Washington. Y, por supuesto, eso resulta inaceptable tanto para Rusia como para Irán, así como para la mayoría de los países del mundo.

En cuanto a la segunda parte de la pregunta, es importante que fortalezcamos nuestra interacción en materia de política exterior, incluso dentro de las Naciones Unidas y en otras plataformas multilaterales. Sobre todo, teniendo en cuenta que, como ya he mencionado, tenemos muchos aliados: la mayoría de los miembros de la comunidad mundial comparten la opinión de que la comunicación interestatal debe desarrollarse sobre la base del derecho internacional y los principios del respeto mutuo, teniendo en cuenta cada uno los intereses de los demás. Al igual que nosotros, todos ellos consideran inaceptables los juegos geopolíticos de suma cero, las sanciones y el chantaje, y abogan por una mejora constante de la situación en el mundo

- Irán ha afirmado repetidamente que nunca ha buscado fabricar armas nucleares. Estados Unidos se retiró del JCPOA e impuso duras sanciones a Teherán. Irán reanudará sus obligaciones si Estados Unidos levanta las sanciones. ¿Tiene la comunidad mundial, y Rusia en particular, un plan para abordar las sanciones de Estados Unidos?

-Rusia cree firmemente que no existe una alternativa razonable al JCPOA. Tal como ha subrayado reiteradamente el presidente Putin, la forma más eficaz de mantener los acuerdos de 2015 es que los países signatarios cumplan plenamente sus obligaciones. El inicio de las conversaciones sobre ese asunto en Viena, que involucran a delegados iraníes y estadounidenses, ofrece esperanzas; en primer lugar, la esperanza de que las violaciones anteriores del JCPOA y la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por parte de EEUU sean remediadas. Esto facilitará que Irán vuelva a cumplir los requisitos del acuerdo nuclear, tanto en términos de transparencia como de reconfiguración del programa nuclear iraní. Hacemos todo lo posible para ayudar a Washington y Teherán a encontrar la solución adecuada.

En cuanto a la política de sanciones seguida por Washington, nuestra posición se mantiene inalterable: seguiremos rechazando cualquier restricción unilateral que, por encima de todo, afecte a los grupos de población más desfavorecidos. Rusia ha expresado su opinión respecto a la inadmisibilidad de esas restricciones en varias plataformas internacionales, incluidas las Naciones Unidas. Y me complace comprobar que nuestra posición cuenta con un amplio apoyo entre los miembros de la comunidad mundial.

Igualmente, es importante redoblar los esfuerzos para reducir los riesgos asociados a las sanciones y los posibles costes para los operadores económicos. En particular, deben tomarse medidas graduales para avanzar hacia la desdolarización de las economías nacionales y la transición a los pagos en monedas nacionales u otras alternativas, así como para dejar de utilizar los sistemas de pago internacionales controlados por Occidente. Rusia ha estado trabajando activamente con ese fin, y Vemos grandes perspectivas de cooperación en ese sentido con todos los socios internacionales interesados.

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