fecha de publicación: 11 octubre 2021 - 23:16

Teherán, IRNA- Uno de los libros que puedes encontrar en todas las casas iraníes es el de poemas “Divan-e Hafez” del gran poeta persa, el cual puede elevar tu alma y penetrar en tu corazón con solo leer un par de versos. Su narrativa poética puede enamorarte, darte ánimos, infundirte esperanzas, resarcirte de una situación embarazosa y, sobre todo, invitarte a vivir el momento.

A pesar de su profundo efecto vivificador y su enraizada cultura persa, su popularidad e influencia duraderas, se conocen pocos detalles de su vida. Sin embargo, puede afirmarse que vivió en el siglo XIV, una de las épocas más caóticas de la historia. Su nombre, "Hafez", deriva de aquel que conoce de memoria el Corán.

Asimismo, fue une estudioso de la ciencia, la religión, la lengua y la literatura de su tiempo y lo más importante, Hafez fue un crítico social. Se diría incluso que se preocupaba más por la sociedad en la que vivía que por sus poemas.

Shams ud-Din Mohamad Hafez destacó principalmente en el género literario de la poesía lírica, un estilo conocido como Qazal, el ideal para expresar el éxtasis de la inspiración divina en la forma mística de los poemas de amor.

Hafez describía el amor como el camino para llegar a Dios y al universo. Sostenía que el amor era la razón por la que Dios creó el universo. El amor no tiene límites en los poemas de Hafez; es eterno y perdura como principal objetivo en la vida del ser humano hasta el momento de su muerte.

El poeta, conocido también como la "lengua del imperceptible" e "intérprete de los secretos" insiste en su literatura en diversos principios morales, como la paciencia, la fe en Dios, la búsqueda de la felicidad, el reconocimiento del tiempo y la necesidad de vivir el momento. En muchas ocasiones menciona en sus poemas que la vida es breve y que no tenemos mucho tiempo, por lo que tenemos que exprimir cada instante, puede que el mañana no exista. Tal como señala en sus propias palabras:

"No hemos venido aquí a hacer prisioneros

sino a entregarnos cada vez más profundamente a la libertad y la alegría ”.

Su colección de poemas, conocida como Diván, contiene más de 500 poesías, y por su riqueza semiótica y su musicalidad, está considerada como la joya en el tesoro de la poética persa. Goethe, Henry David Thoreau, Ralph Waldo Emerson y Friedrich Engels fueron grandes literatos que admiraron y hallaron una honda inspiración en las profundidades de sus versos.

El mausoleo de Hafez (nacido alrededor del año 1325 y fallecido en 1391), construido en 1936 en Shiraz, es visitado cada año por miles de personas.

Cada año, el 11 de octubre (20 de Mehr) se celebra en Irán el Día Nacional de Hafez.

Una de sus famosos poemas :

 ¡ROMPAMOS EL TECHO DEL CIELO!

Ven, y esparzamos las flores y echemos vino en la copa, 

propongamos un mapa nuevo, rompamos el techo del cielo.

Si la tristeza pone en marcha sus tropas para verter la sangre de los amantes, 

mi escanciadora y yo nos uniremos para desfondar sus bases. 

En cáliz de vino púrpura, esencia de flor derramaremos. 

En pos de la brisa de circular perfume, azúcar verteremos en el vaso de incienso.

Si anhelas el jardín del Edén, ven con nosotros a la bodega: 

situado junto al tonel, te lanzaremos, sin más, al río del paraíso.

Unos se exceden hablando del intelecto, otros inventan delirios.

¡Ven, y llevemos ante el juez estas ideas!

Ahora que el laúd perfecto está en tus manos, juglar, canta una canción hermosa, 

para que, taconeando y dando palmas, nuestra cabeza despeñemos.

Oh viento de Saba, lleva la tierra denuestro ser ante aquella excelencia, 

para que así contemplemos el umbral del rey de los perfectos.

En Shiraz no cultivan el arte de cantar ni la elocuencia, 

ven, Hafez, y que nos arrojen a otra tierra.

9408**1233

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