La decisión sigue a los 62 asesinatos registrados ayer en el país vinculados a ajustes de cuentas entre bandas rivales, que habían llevado al presidente Nayib Bukele a pedir a los parlamentarios que proclamaran el estado de emergencia por 30 días para enfrentar con los delincuentes.
El decreto, aprobado por amplia mayoría, proclama "un régimen de emergencia en todo el territorio nacional por perturbaciones graves del orden público por parte de grupos delictivos" llamados pandillas con unos 70 mil miembros y que se dedican a la extorsión y el narcotráfico.
Durante 30 días, el Gobierno de Bukele queda capacitado no solo para suspender ciertas libertades y garantías sino para desplegar a militares y policías en las calles.
Desde el oficialismo, recuerdan que durante el Gobierno de Bukele han reducido los homicidios y defienden que el estado de excepción es una medida urgente y necesaria para la situación actual del país.
La declaración fue criticada por la oposición, que tacha el régimen de excepción como "antidemocrático" y como "una violación de los derechos humanos".