En declaraciones efectuadas a la prensa, Stéphane Dujarric, se refirió a las medidas adoptadas por Guterres sobre los esfuerzos para regresar al pacto nuclear iraní, conocido oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA), insistiendo que al respecto “cada uno tiene un papel diferente que desempeñar”.
Dujarric señaló que el Secretario General de la ONU no es firmante del JCPOA, añadiendo que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y Rafael Grossi están involucrados en un aspecto de las discusiones nucleares.
Asimismo, destacó que Guterres ha mantenido conversaciones sobre el JCPOA con varias partes de las negociaciones.
En este sentido, señaló las conversaciones que mantuvo recientemente con el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Hosein Amir Abdolahian.
“Él sigue teniendo esas discusiones. Continúa recibiendo información de diferentes partes”, subrayó Dujarric.
Y para él, creo que lo importante es que todas las partes del JCPOA demuestren cierta flexibilidad, que será necesaria si se va a llegar a un acuerdo, resolver los temas pendientes y volver a la implementación total del plan Integral de Acción Conjunta, y la resolución 2231 (2015) sin más dilación.
“El Secretario General de la ONU siempre ha sido un firme defensor del JCPOA, y eso continúa hasta el día de hoy”, concluyó.
EEUU abandonó el acuerdo nuclear iraní en mayo de 2018 y restableció las sanciones unilaterales que el acuerdo había levantado.
Las conversaciones dirigidas a la eliminación de las sanciones comenzaron en Viena, la capital de Austria, en abril del año pasado, meses después de que Joe Biden sustituyera a Trump.
A pesar del notable progreso, la indecisión y la procrastinación del país norteamericano provocaron múltiples interrupciones en las maratonianas conversaciones.
Cuatro días de intensas negociaciones entre representantes de la República Islámica y las cinco partes restantes del JCPOA (Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China) terminaron el 8 de agosto con un texto propuesto por la Unión Europea (UE) sobre la mesa.
Irán presentó su respuesta a la propuesta de la UE el 15 de agosto, una semana después de que concluyera la última ronda de conversaciones. Tras presentar su respuesta, Teherán instó a Washington a mostrar realismo y flexibilidad para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, la administración de Biden tardó casi diez días en presentar su respuesta a los comentarios de Irán sobre el borrador de la UE.