Gharibabadi efectuó estas declaraciones en una reunión mantenida con el relator especial de la ONU sobre el derecho al desarrollo, Saad Alfarargi, al margen de la 51ª Sesión Ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Al señalar los efectos destructivos de las sanciones unilaterales sobre los derechos humanos del pueblo iraní, preguntó al relator especial cómo se puede limitar el acceso a los principales ingresos y recursos financieros de un país, especialmente a través de sanciones a la exportación de petróleo, y esperar que el derecho al desarrollo y al bienestar del pueblo de ese país no se viera afectado.
Agregó que garantizar y realizar el derecho al desarrollo requería cooperación internacional, solidaridad mundial y responsabilidad compartida.
“Las medidas coercitivas unilaterales son un ejemplo de violaciones a los derechos humanos. Estas medidas aumentan el costo del desarrollo para los gobiernos y privan a los países de la igualdad de oportunidades para el desarrollo tanto a nivel regional como internacional”, agregó.
En este contexto, pidió al relator especial sobre el derecho al desarrollo que llamara la atención internacional sobre este obstáculo fundamental para el desarrollo de los países bajo sanciones.
El relator especial de la ONU sobre el derecho al desarrollo también llamó a la aplicación de sanciones unilaterales como un ejemplo de abuso de poder, que puede obstaculizar la realización del derecho al desarrollo.
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