Kazem Qaribabadi declaró que el Consejo Superior de Derechos Humanos de Irán ha informado a los países miembros de la ONU y los mecanismos internacionales de derechos humanos, el doble rasero y enfoques contradictorios de ciertos países occidentales y EEUU respecto a los recientes disturbios en el país persa.
En el informe se lee que mientras que en EEUU y Europa los disturbios están tratados con todo el apoyo de los gobiernos, pero en los últimos 2 meses y medio, después de estallar disturbios en Irán, estos países han apoyado los disturbios, de manera totalmente contradictoria, y los han considerado como "reuniones pacíficas" y exigieron la no confrontación
“En apoyo a los alborotadores, incluso impusieron sanciones a la policía iraní. Desafortunadamente, los mecanismos internacionales de derechos humanos también adoptan diferentes comportamientos y políticas, ante las situaciones similares”, agregó el comunicado.
El secretario del Consejo Superior de Derechos Humanos de Irán señaló las pacificas protestas en la mayoría de los países europeos a lo largo de los últimos meses, los cuales, según él, fueron tratados severamente por parte de las fuerzas de ley.
En este sentido, añadió que el silencio y la pasividad de algunos mecanismos internacionales de derechos humanos ante las violaciones sistemáticas que se han producido en algunos países occidentales que afirman ser defensores de los derechos humanos, cuando en relación a los disturbios en Irán no escatiman ningún esfuerzo para apoyarlos bajo el pretexto de respaldar y promover los derechos humanos, son muy destructivos para los derechos humanos.
“Las reuniones pacíficas deben ser respaldadas y las reuniones no pacíficas deben ser tratadas de acuerdo con la ley”, insistió Qaribabadi, subrayando la necesidad de evitar cualquier comportamiento contradictorio.
Los disturbios estallaron en Irán a mediados de septiembre tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, quien se desmayó en una comisaría de Teherán y fue declarado muerto tres días después en un hospital.
El informe oficial de la Organización de Medicina Forense de la República Islámica de Irán indicó el pasado 7 de octubre que la muerte de Amini de 22 años no fue causada por golpes en la cabeza o en órganos y elementos vitales.