El aumento de los precios en abril superó todos los pronósticos de los analistas y avivó la preocupación entre los consumidores que cada vez tienen que escatimar más en gastos.
El costo de la canasta familiar se duplicó en el último año. Además, el peso argentino ha perdido valor frente al dólar estadounidense.
El Banco Central de la tercera economía de América Latina estipuló que para el resto del año 2023 la inflación llegaría al 126,4% anual, aunque ese número podrá ser superado fácilmente en menos de 8 meses si el desequilibrio monetario del país mantiene ese ritmo.
Esta es la situación poco deseable que enfrenta el presidente Alberto Fernández, quien terminará su mandato a finales de este año.
“Tenemos un problema muy serio con la inflación, en abril tuvimos una corrida cambiaria que llevó el dólar de 460 a casi 500 pesos. Toda suba del dólar repercute en los precios y se produce una escalada, después el dólar baja y los precios no”, describió Fernández el viernes en declaraciones a Radio 10.
La complicada situación económica se ha visto agravada por una sequía histórica que vive el país desde el pasado año. Un fenómeno que ha afectado las exportaciones de soya, maíz y trigo, agotando las reservas de divisas y obstaculizando la capacidad del gobierno para combatir la debilidad de la moneda. El peso argentino que ha perdido valor frente al dólar estadounidense, que ha roto máximos históricos varias veces este año.
De hecho, aunque la inflación ha sido un problema en todo el mundo, empeorada por la guerra en Ucrania, Argentina ocupa el segundo lugar en una clasificación del Banco Mundial de países con la inflación de alimentos más elevada.