El gabinete de Netanyahu, uno de los más derechistas del régimen sionista, ha tomado esta medida controvertida para disminuir los poderes del Tribunal Supremo, al que alega que es muy político, mientras que sus opositores lo consideran demasiado politizado y como una amenaza para el Estado del derecho en Israel.
Desde enero, miles de israelíes protestan todos los fines de semana contra esta reforma y contra el gobierno de Netanyahu.
Esta vez, en el centro de Tel Aviv se agolparon más de 150 000 personas, mientras que unas 85 000 más protestaron en el resto del territorio ocupado incluyendo importantes núcleos urbanos como Al-Quds (Jerusalén), Haifa (en el noroeste de la Palestina ocupada), así como Beersheva (sur).
manifestaciones se celebran después de que el parlamento israelí aprobó el miércoles el presupuesto de 2023-2024, polémico por contemplar la entrega de más dinero al sector judío ultraortodoxo; lo que ha enojado a las manifestaciones israelíes.
“El presupuesto era un escandaloso, ya que da beneficios a ciertos sectores y no tiene en cuenta a la población en general”, ha dicho un manifestante israelí citado por la Agencia Francesa de Prensa (AFP).