Un grupo de manifestantes se reunieron este viernes frente a la embajada de Suecia en Teherán, la capital persa, en protesta contra las medidas provocativas de este país europeo contra el sagrado Corán y contra el Islam. Horas después, la reunión de los indignados se convirtió en una huelga.
También, los manifestantes anunciaron que continuarán su huelga hasta que las autoridades del país, expulsen al embajador sueco en Irán.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, envió una carta al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, en la que exigió que se tomen las medidas necesarias para evitar que se repitan los insultos al sagrado Corán.
A este respecto, el Canciller de Irán condenó enérgicamente el acto ofensivo y provocativo de quemar el sagrado Corán por segunda vez en el último mes, y advirtió seriamente que la continuación de estas acciones bajo el pretexto de “libertad de expresión” se considera un claro insulto a todos los musulmanes, lo cual, se lleva a cabo para incitar al extremismo.