El mandatario persa efectuó esas declaraciones en un encuentro con el nuevo embajador de Irán en Arabia Saudí, insistiendo sobre la necesidad de aprovechar las capacidades existentes para desarrollar las relaciones entre Teherán y Riad.
El ayatolá Raisi concluyó que incrementar la cooperación de los países regionales ensalzará su posición en las ecuaciones regionales y globales y limitará las intervenciones extranjeras.
El 10 de marzo, después de varios días de intensas negociaciones organizadas por China, Irán y Arabia Saudita, acordaron restablecer los lazos diplomáticos y reabrir las embajadas siete años después de que se rompieran sus relaciones.