Los convictos, identificados como Vafa Hanareh, Aram Omari, Rahman Parhazo y Nasim Namazi, fueron ejecutados esta mañana siguiendo los procedimientos legales.
Los acusados recibían dinero de los oficiales y agentes israelíes para identificar a miembros de los distintos departamentos de seguridad del país persa y pretendían revelar su información mediante secuestros, amenazas y agresiones físicas.
Según las informaciones, los acusados, en algunos casos, llegaron a intentar matar a agentes de seguridad e Inteligencia de la República Islámica, lo que afortunadamente no tuvo éxito.
Otros de este caso han sido condenados a diez años de prisión cada uno, por el delito de comunicarse con el régimen sionista con la intención de alterar la seguridad de país.
La red criminal ha llevado a cabo sus acciones en las provincias Teherán, Hormozgán y Azerbaiyán Occidental.